Había un tonto y condenado pájaro antes de Cristo llamado Fénix. Cada tantos centenares de años construía una pira y se arrojaba a las llamas. Debió de haber sido primo hermano del hombre. Pero cada vez que se quemaba a sí mismo, volvía a nacer. Y parece ahora como si estuviésemos haciendo lo mismo, una y otra vez; pero sabemos algo que Fénix nunca supo. Sabemos qué tonterias hemos hecho. Conocemos todas las tonterías que hemos hecho en estos últmos mil años, y mientras no olvidemos, mientras lo tengamos ante nosotros, es posible que un día dejemos de preparar la pira funeraria y de saltar a ella.
Importado de Fahrenheit 451
20110210
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tal vez, algún día
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