20100330

XII

5 (después)

El futuro no es
una página en blanco
es una fé
de erratas.

8 (previsión)

De vez en cuando es bueno
ser consciente
de que hoy
de que ahora
estamos fabricando
las nostalgias
que descongelarán
algún futuro.

9 (plurales)

Hay
ayeres
y mañanas
pero no hay
hoyes.


(extraído completamente de Conjugaciones)

20100319

00010011

Después de haber estudiado varios años con Tung-shan, T'sao-shan fue a despedirse, y Tung-shan le preguntó:
"¿A dónde va?"
"Voy a donde es inmutable"
"¿Cómo puede ir a donde es inmutable?"
"Mi irme es inmutable"

(Importado de El Arte de los Maestros Zen)

XI

Quería tan sólo intentar vivir aquello que tendría a brotar espontáneamente de mí. ¿Por qué había de serme tan difícil?

(Extraído de Demian)

20100313

00010010

-Sospecho que bajo tu fachada ofensiva y vulgarmente afeminada, puede haber una especie de alma. ¿Has leído suficientemente a Boecio?
-¿A quién? Oh, Dios mío, no. Yo no leo siquiera los periódicos.
-Entonces, debes iniciar inmediatamente un programa de lecturas, para que puedas llegar a comprender las crisis de nuestra época -dijo solémnemente Ignatius-. Empezaremos con los últimos romanos, incluido Boecio, claro. Luego, profundizaremos extensamente en la Alta Edad Media. Podrás dejar a un lado el Renacimiento y la Ilustración. Todo eso es más que nada propaganda peligrosa. Ahora que lo pienso, será mejor que te saltes también a los románticos y a los victorianos. En cuanto al período contemporáneo, deberías estudiar algunos cómics seleccionados.
-Eres fantástico.
-Te recomiendo especialmente Batman, porque tiende a trascender la sociedad abismal en que se encuetra. Su moral es bastante rigurosa, además. Le respeto muchísimo.

(importado de La conjura de los necios)

20100312

X

Yo me duermo a la orilla de una mujer: yo me duermo a la orilla de un abismo.

(extraído de La Noche, del Libro de los Abrazos)

20100307

00010001

Ignatius percibió que algnos atuendos eran lo bastante nuevos y lo bastante caros como para ser considerados sin duda ofensas al buen gusto y la decencia. La posesión de algo nuevo o caro sólo reflejaba la falta de teología y de geometría de una persona. Podia proyectar incluso dudas sobre el alma misma del sujeto.

(Importado de La Conjura de los Necios)

20100304

IX

Para que su horror sea perfecto, César, acosado al pie de la estatua por lo impacientes puñales de sus amigos, descubre entre las caras y los aceros la de Marco Bruto, su protegido, acaso su hijo, y ya no se defiende y exclama: ¡Tú también, hijo mío! Shakespeare y Quevedo recogen el patético grito.

Al destino le agradan las repeticiones, las variantes, las simetrías; diecinueve siglos después, en el sur de la provincia de Buenos Aires, un gaucho es agredido por otros gauchos y, al caer, reconoce a un ahijado suyo y le dice con mansa reconvención y lenta sorpresa (estas palabras hay que oírlas, no leerlas): ¡Pero, che! Lo matan y no sabe que muere para que se repita una escena.

(extraído completamente, La Trama)