20100613

XVIII

Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.

Viajaron al sur.

Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.

Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.

Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:

¡Ayúdame a mirar!


(Extraído de La función del arte/1)

2 comentarios:

  1. Para seguir con Galeano, y cortar tu seguidilla.
    Para leer sin la mano, y cortar con la ladilla.

    Rimaba.

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  2. O sea, para leer mientras te depilás.

    Que simpático (?)

    PD: sino lo subías vos lo subía yo, muy bueno.

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