20121111

10011110

  -¿Cómo sale uno de la dimensión finita? -preguntó, con una breve carcajada-. Quiero decir, para empezar de una forma muy elemental, un trozo de madera es un trozo de madera, por ejemplo. Tiene largo, ancho...
  -No los tiene. Ahí es donde usted se equivoca -dijo Teddy-. Todos creen que las cosas se acaban en un cierto punto. No es así. Eso es lo que estaba tratando de decirle al profesor Peet.-Se corrió en la silla, sacó un pañuelo, una horrible cosa gris, comprimida, y se sonó-. La única razón por la cual los objetos parecen acabarse en cierto punto es porque la gente no conoce otra manera de mirarlos.

Importado de "Teddy", en "9 Cuentos"

20121106

10011110

-Tenía seis años cuando me di cuenta de que todo era Dios, y se me erizó el pelo y todo eso -dijo Teddy-. Recuerdo que era domingo. Mi hermana apenas era una criatura entonces, y estaba tomando la leche, y de repente me di cuenta d que ella era Dios y de que la leche era Dios. Quiero decir que lo que estaba haciendo era verter a Dios dentro de Dios, no sé si me entiende.

Importado de "Teddy", en "9  Cuentos"

20121103

10011101

Hoy es un día perfecto para los peces plátano.
-No veo ninguno -dijo Sybil.
Es muy posible. Sus costumbres son curiosas. Muy curiosas.
Siguió empujando el flotador. El agua le llegaba al pecho.
-Llevan una vida muy triste -dijo -. ¿Sabes lo que hacen, Sybil?
Ella negó con la cabeza.
-Bueno, te lo explicaré. Entran en un pozo que está lleno de plátanos. Cuando entran, parecen peces como todos los demás. Pero, una vez dentro, se portan como cochinos, ¿sabes? He oído hablar de peces plátano que han entrado nadando en pozos de plátanos y llegaron a comer setenta y ocho plátanos -empujó al flotador y a su pasajera treinta centímetros más hacia el horizonte -. Claro, después de eso engordan tanto que ya no pueden salir. No pasan por la puerta.
-No vayamos tan lejos -dijo Sybil. ¿Y qué pasa después con ellos?
-¿Qué pasa con quiénes?
-Con los peces plátanos.
-Bueno, ¿te refieres a después de comer tantos plátanos que no pueden salir del pozo?
-Sí - dijo Sybil
-Mira, lamento decírtelo, Sybil. Se mueren.
¿Por qué? -pregunto Sybil.
Contraen fiebre platanífera. Una enfermedad terrible.

Importado de "Un día perfecto para el pez plátano", en "9 cuentos"