-Grasas, he descubierto por qué sigues en la Medicina.
-¡Estupendo! -dijo -el-.¡Dispara, pues!
-Es la única profesión lo suficientemente grande para ti.
-Sí, pero, ¿sabes lo peor de todo, Basch?
-¿Qué?
-Que a lo peor resulta que no lo es.
Nos interrumpió un fragor de golpes en la puerta y de gritos del club de fans del Gordo, y, sintiéndome apremiado, dije:
-¿Tú crees?
-No sé. Pero de eso se trata, ¡no?
-¿De qué? -pregunté, viendo que el astuto gordinflón había vuelto a "pillarme".
-De averiguarlo. De ver si está a la altura de nuestros sueños.
Importado de "La Casa de Dios"
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