Estas son las palabras que finalmente me convirtieron en el ermitaño que ahora soy, fue muy repentino. Las vi y supe lo que tenía que hacer.
El letrero decía:
Sujete el palillo por la mitad. Humedezca con la boca el extremo puntiagudo. Introdúzcalo en el espacio interdental, con el extremo romo cerca de la encía. Muévalo suavemente de dentro a afuera.
- Me pareció - dijo Wonko el Cuerdo - que una civilización que hubiera perdido la cabeza hasta el punto de incluir una serie de instrucciones detalladas para utilizar un paquete de palillos de dientes ya no era una civilización en la que yo pudiera vivir y seguir cuerdo.
Importado de "Hasta luego y gracias por el pescado"
20141007
20141006
11101111
Tomando bocadillos en los bares los sábados a la hora de comer, es como los británicos intentan expiar sus pecados nacionales, cualesquiera que sean.
No tienen nada claro qué clase de pecados son, y tampoco quieren saberlo. Ese es el tipo de cosas que uno no quiere saber. Pero sean los que sean, quedan ampliamente purgados por los bocadillos que se obligan a comer.
Si algo hay pedir que los bocadillos, son las salchichas que siempre se encuentran a su lado. Cilindros sin alegría, llenos de cartílagos, que flotan en un mar de algo caliente y triste, con un alfiler de plástico en forma de gorro de jefe de cocina: en recuerdo, podría pensarse, de algún cocinero que odiaba al mundo y murió olvidado y solo entre sus gatos en una escalera de servicio en Stepney.
Las salchichas son para quienes saben cuáles son sus pecados desean expiar alguno en concreto.
Importado de "Hasta luego, y gracias por el pescado"
No tienen nada claro qué clase de pecados son, y tampoco quieren saberlo. Ese es el tipo de cosas que uno no quiere saber. Pero sean los que sean, quedan ampliamente purgados por los bocadillos que se obligan a comer.
Si algo hay pedir que los bocadillos, son las salchichas que siempre se encuentran a su lado. Cilindros sin alegría, llenos de cartílagos, que flotan en un mar de algo caliente y triste, con un alfiler de plástico en forma de gorro de jefe de cocina: en recuerdo, podría pensarse, de algún cocinero que odiaba al mundo y murió olvidado y solo entre sus gatos en una escalera de servicio en Stepney.
Las salchichas son para quienes saben cuáles son sus pecados desean expiar alguno en concreto.
Importado de "Hasta luego, y gracias por el pescado"
20141005
11101110
Will Smithers, por ejemplo, el dueño de Ignorantón, perro nada prodigioso y animal tan estúpido que lo habían despedido de uno de los anuncios de Will por ser incapaz de saber qué comida de perro debía preferir, pese al hecho de que en los demás cuencos habían vertido aceite de motores.
Importado de "Hasta luego, y gracias por el pescado"
20141004
11101101
"Seems to me you put too much stock in the affairs of children. It probably didn't mean anything."
"Yes, it meant something. Then he said, “Mr. Trask, do you think the thoughts of people suddenly become important at a given age? Do you have sharper feelings or clearer thoughts now than when you were ten? Do you see as well, hear as well, taste as vitally?”
"Maybe you're right," sid Adam.
"It's one of the great fallacies, it seems to me," said Lee, "that time gives much o anything but years and sadness to a man."
"And memory."
"Yes, memory. Without that, time would be unarmed against us."
Importado de "East of Eden"
"Yes, it meant something. Then he said, “Mr. Trask, do you think the thoughts of people suddenly become important at a given age? Do you have sharper feelings or clearer thoughts now than when you were ten? Do you see as well, hear as well, taste as vitally?”
"Maybe you're right," sid Adam.
"It's one of the great fallacies, it seems to me," said Lee, "that time gives much o anything but years and sadness to a man."
"And memory."
"Yes, memory. Without that, time would be unarmed against us."
Importado de "East of Eden"
20141003
11101100
“In uncertainty I am certain that underneath their topmost layers of frailty men want to be good and want to be loved. Indeed, most of their vices are attempted short cuts to love. When a man comes to die, no matter what his talents and influence and genius, if he dies unloved his life must be a failure to him and his dying a cold horror. It seems to me that if you or I must choose between two courses of thought or action, we should remember our dying and try to live so that our death brings no pleasure to the world.”
Importado de "East of Eden"
Importado de "East of Eden"
20141002
11101011
- Procede de una democracia muy antigua, ¿comprendes?
- ¿Quieres decir que viene de un mundo de lagartos?
- No - dijo Ford, que entonces estaba en un plan algo más racional y coherente que antes, una vez que se le obligó a beber el café -, no es tan sencillo. No es así de simple. En su mundo, la gente es gente. Los dirigentes son lagartos. La gente odia a los lagartos y los lagartos gobiernan a la gente.
- Qué raro - comentó Arthur -, te había entendido que era una democracia.
- Eso dije. Y lo es - aseguró Ford.
- Entonces, ¿por qué la gente no se libra de los lagartos? - preguntó Arthur, esperando no parecer ridículamente obtuso.
- Francamente, no se les ocurre. Todos tienen que votar, de manera que creen que el gobierno que votan es más o menos lo que quieren.
- ¿Quieres decir que efectivamente votan a los lagartos?
- Pues claro - repuso Ford, encogiéndose de hombros.
- Pero - objetó Arthur, volviendo de nuevo a la gran pregunta -, ¿por qué?
- Porque si no votaran por un lagarto determinado - explicó Ford -, podría salir el lagarto que no conviene. ¿Tienes ginebra?
- ¿Qué?
- He preguntado - dijo Ford, con un creciente tono de urgencia en la voz - que si tienes ginebra.
- Ya miraré. Háblame de los lagartos.
Ford volvió a encogerse de hombros.
- Algunos dicen que los lagartos son lo mejor que han conocido nunca. Están totalmente equivocados, por supuesto, entera y absolutamente equivocados, pero alguien se lo tiene que decir.
- Pero eso es terrible - observó Arthur.
- Mira tío - repuso Ford -, si me hubieran dado un dólar altariano cada vez que alguien mira a una parte del Universo y dice «Eso es terrible», no estaría aquí sentado como un limón esperando una ginebra. Pero no tengo ninguno, y aquí estoy.
Importado de "Hasta luego, y gracias por el pescado"
- ¿Quieres decir que viene de un mundo de lagartos?
- No - dijo Ford, que entonces estaba en un plan algo más racional y coherente que antes, una vez que se le obligó a beber el café -, no es tan sencillo. No es así de simple. En su mundo, la gente es gente. Los dirigentes son lagartos. La gente odia a los lagartos y los lagartos gobiernan a la gente.
- Qué raro - comentó Arthur -, te había entendido que era una democracia.
- Eso dije. Y lo es - aseguró Ford.
- Entonces, ¿por qué la gente no se libra de los lagartos? - preguntó Arthur, esperando no parecer ridículamente obtuso.
- Francamente, no se les ocurre. Todos tienen que votar, de manera que creen que el gobierno que votan es más o menos lo que quieren.
- ¿Quieres decir que efectivamente votan a los lagartos?
- Pues claro - repuso Ford, encogiéndose de hombros.
- Pero - objetó Arthur, volviendo de nuevo a la gran pregunta -, ¿por qué?
- Porque si no votaran por un lagarto determinado - explicó Ford -, podría salir el lagarto que no conviene. ¿Tienes ginebra?
- ¿Qué?
- He preguntado - dijo Ford, con un creciente tono de urgencia en la voz - que si tienes ginebra.
- Ya miraré. Háblame de los lagartos.
Ford volvió a encogerse de hombros.
- Algunos dicen que los lagartos son lo mejor que han conocido nunca. Están totalmente equivocados, por supuesto, entera y absolutamente equivocados, pero alguien se lo tiene que decir.
- Pero eso es terrible - observó Arthur.
- Mira tío - repuso Ford -, si me hubieran dado un dólar altariano cada vez que alguien mira a una parte del Universo y dice «Eso es terrible», no estaría aquí sentado como un limón esperando una ginebra. Pero no tengo ninguno, y aquí estoy.
Importado de "Hasta luego, y gracias por el pescado"
20141001
11101010
PROLOGO
En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental de la Espiral de la Galaxia, brilla un pequeño y despreciable sol amarillento.
En su órbita, a una distancia aproximada de ciento cincuenta millones de kilómetros gira un pequeño planeta totalmente insignificante de color azul verdoso, cuyos pobladores, descendientes de los simios, son tan asombrosamente primitivos que aún creen que los relojes digitales son de muy buen gusto.
Ese planeta tiene o, mejor dicho, tenía el problema siguiente: la mayoría de sus habitantes eran desdichados durante casi todo el tiempo.
Muchas soluciones se sugirieron para tal problema, pero la mayor parte de ellas se referían principalmente a los movimientos de unos papelitos verdes; cosa extraña, ya que los papelitos verdes no eran precisamente quienes se sentían desdichados.
De manera que persistió el problema; muchos eran mezquinos, y la mayoría se sentían desgraciados, incluso los que poseían relojes digitales.
Cada vez eran más los que pensaban que, en primer lugar, habían cometido un grave error al bajar de los árboles. Y algunos afirmaban que lo de los árboles había sido una equivocación, y que nadie debería haber salido de los océanos.
Y entonces, un jueves, casi dos mil años después de que clavaran a un hombre a un árbol por decir que, para variar, sería estupendo portarse bien con los demás, una muchacha sentada sola en un pequeño bar de Rickmansworth comprendió de pronto qué había ido mal hasta entonces, y supo por fin cómo el mundo podría convertirse en un lugar agradable y feliz. Esta vez era cierto, daría resultado, y no habría que clavar a nadie a ningún sitio.
Lamentablemente, sin embargo, antes de que, pudiera llegar a un teléfono para contárselo a alguien, la Tierra fue súbitamente demolida para dar paso a una nueva vía de circunvalación hiperespacial. Y así se perdió la idea, al parecer para siempre.
Esta es la historia de la muchacha.
Importado de "Hasta luego y gracias por el pescado"
En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental de la Espiral de la Galaxia, brilla un pequeño y despreciable sol amarillento.
En su órbita, a una distancia aproximada de ciento cincuenta millones de kilómetros gira un pequeño planeta totalmente insignificante de color azul verdoso, cuyos pobladores, descendientes de los simios, son tan asombrosamente primitivos que aún creen que los relojes digitales son de muy buen gusto.
Ese planeta tiene o, mejor dicho, tenía el problema siguiente: la mayoría de sus habitantes eran desdichados durante casi todo el tiempo.
Muchas soluciones se sugirieron para tal problema, pero la mayor parte de ellas se referían principalmente a los movimientos de unos papelitos verdes; cosa extraña, ya que los papelitos verdes no eran precisamente quienes se sentían desdichados.
De manera que persistió el problema; muchos eran mezquinos, y la mayoría se sentían desgraciados, incluso los que poseían relojes digitales.
Cada vez eran más los que pensaban que, en primer lugar, habían cometido un grave error al bajar de los árboles. Y algunos afirmaban que lo de los árboles había sido una equivocación, y que nadie debería haber salido de los océanos.
Y entonces, un jueves, casi dos mil años después de que clavaran a un hombre a un árbol por decir que, para variar, sería estupendo portarse bien con los demás, una muchacha sentada sola en un pequeño bar de Rickmansworth comprendió de pronto qué había ido mal hasta entonces, y supo por fin cómo el mundo podría convertirse en un lugar agradable y feliz. Esta vez era cierto, daría resultado, y no habría que clavar a nadie a ningún sitio.
Lamentablemente, sin embargo, antes de que, pudiera llegar a un teléfono para contárselo a alguien, la Tierra fue súbitamente demolida para dar paso a una nueva vía de circunvalación hiperespacial. Y así se perdió la idea, al parecer para siempre.
Esta es la historia de la muchacha.
Importado de "Hasta luego y gracias por el pescado"
20140930
11101001
Maybe you'll come to know that every man in every generation is refired. Does a craftsman, even in his old age, lose his hunger to make a perfect cup--thin, strong, translucent?" He held his cup to the light. " All impurities burned out and ready for a glorious flux, and for that-- more fire. And then either the slag heap or, perhaps what no one in the world ever quite gives up, perfection." He drained his cup and he said loudly, "Cal, listen to me. Can you think that whatever made us-- would stop trying?”
Importado de "East of Eden"
Importado de "East of Eden"
20140929
11101000
"Observe constantly that all things take place by change, and accustom thyself to consider that the nature of the universe loves nothing so much as to change things which are and to make new things like them".
Importado de "East of Eden"
Importado de "East of Eden"
20140928
11100111
-Bueno, pues ese es el adiós a la galaxia -dijo Arthur, dándose una palmada en las rodillas y levantándose.
-No -dijo gravemente Slartibartfast-. Nuestro rumbo está claro.
En su frente se hicieron surcos suficientes para sembrar verduras de raíz pequeña. Se puso en pie, paseó de un lado para el otro. Cuando volvió a halar, lo que dijo le asustó tanto, que tuvo que sentarse otra vez.
-Hemos vuelto a fracasar de manera lastimosa. Muy penosa.
-Eso es porque no nos importa lo bastante -comentó Ford en voz baja-. Te lo dije.
Colocó los pies sobre el panel de instrumentos y con aire incierto empezó a hurgar algo que tenía en una uña.
-Pero a menos que decidamos tomar medidas -dijo el anciano en tono quejumbroso, como si luchara contra cierta indiferencia profunda de su naturaleza-, todos seremos destruidos, moriremos todos. Sin duda eso sí nos importa, ¿Verdad?
-No lo suficiente para querer que nos maten por ello -repuso Ford, que esbozó una especie de falsa sonrisa exhibiéndola por toda la cámara para todo aquel que quisiera contemplarla.
Importado de "La vida, el universo y todo lo demás"
-No -dijo gravemente Slartibartfast-. Nuestro rumbo está claro.
En su frente se hicieron surcos suficientes para sembrar verduras de raíz pequeña. Se puso en pie, paseó de un lado para el otro. Cuando volvió a halar, lo que dijo le asustó tanto, que tuvo que sentarse otra vez.
-Hemos vuelto a fracasar de manera lastimosa. Muy penosa.
-Eso es porque no nos importa lo bastante -comentó Ford en voz baja-. Te lo dije.
Colocó los pies sobre el panel de instrumentos y con aire incierto empezó a hurgar algo que tenía en una uña.
-Pero a menos que decidamos tomar medidas -dijo el anciano en tono quejumbroso, como si luchara contra cierta indiferencia profunda de su naturaleza-, todos seremos destruidos, moriremos todos. Sin duda eso sí nos importa, ¿Verdad?
-No lo suficiente para querer que nos maten por ello -repuso Ford, que esbozó una especie de falsa sonrisa exhibiéndola por toda la cámara para todo aquel que quisiera contemplarla.
Importado de "La vida, el universo y todo lo demás"
20140927
11100111
- ¿Y le piden que tome decisiones por ellos? - prosiguió Zarniwoop -. ¿Acerca
de la vida de la gente, de los mundos, de economía, de guerras, de todo lo que
pasa ahí fuera, en el Universo?
- ¿Ahí fuera? - dijo el hombre -. ¿Ahí fuera, dónde?
- ¡Ahí fuera! - exclamó Zarniwoop, señalando a la puerta.
- ¿Cómo puedes saber si hay algo ahí fuera? - dijo cortésmente el hombre -. La
puerta está cerrada.
La lluvia seguía golpeteando el techo. Dentro de la cabaña hacía calor.
- ¡Pero usted sabe que ahí fuera hay todo un Universo! - gritó Zarniwoop -. ¡No
puede eludir sus responsabilidades diciendo que no existen!
El soberano del Universo reflexionó durante largo rato mientras Zarniwoop
temblaba de ira.
- Estás muy seguro de tus hechos - dijo al fin el habitante de la cabaña -. Yo no
podría confiar en el razonamiento de un hombre que da por sentada la
existencia del Universo.
Zarniwoop siguió temblando, pero guardó silencio.
- Yo sólo tomo decisiones respecto a mi universo - prosiguió el hombre en voz
baja -. Mi universo son mis ojos y mis oídos. Todo lo demás son rumores.
- Pero ¿no cree usted en nada?
El amo del mundo se encogió de hombros y tomó en brazos al gato.
- No entiendo lo que quieres decir - manifestó.
- ¿No comprende que lo que usted decide en esta cabaña suya afecta a la vida
y al destino de millones de seres? ¡Esto es una injusticia monstruosa!
- No sé. Nunca he visto a toda esa gente de que hablas. Y sospecho que tú
tampoco. Sólo tienen existencia en las palabras que oímos. Es absurdo decir
que se sabe lo que le ocurre a otras personas. Sólo ellas lo saben, si es que
existen. Tienen sus propios universos en sus ojos y oídos.
- Creo que voy a salir un poco - dijo Trillian. Salió y empezó a pasear bajo la
lluvia.
- ¿Cree usted que existen otros seres? - insistió Zarniwoop.
- Yo no tengo opinión. ¿Cómo podría saberlo?
- Será mejor que vaya a ver lo que le pasa a Trillian - dijo Zaphod, y salió
rápidamente.
Una vez afuera, dijo a la muchacha:
- Creo que el Universo está en muy buenas manos, ¿eh?
- Estupendas - convino Trillian. Fueron caminando bajo la lluvia.
Dentro, Zarniwoop siguió hablando:
- Pero ¿no comprende que la gente vive o muere por una palabra suya?
(...)
- Eso no tiene nada que ver conmigo - afirmó. - No sé nada de la gente. El
Señor sabe que no soy un hombre cruel.
- ¡Ah! - gritó Zarniwoop -. Ha dicho «El Señor». ¡Cree en algo!
- Es mi gato - dijo el hombre afablemente, cogiendo al animal y acariciándolo -.
Le llamo El Señor. Soy cariñoso con él.
- Muy bien - dijo Zarniwoop, insistiendo en su punto de vista -. ¿Cómo sabe que
existe el gato? ¿Cómo sabe que él sabe que es usted cariñoso, o que le gusta
lo que él entienda por su cariño?
- No lo sé - dijo el hombre sonriendo -. No tengo idea. Sólo que me gusta
comportarme de una manera determinada con lo que parece ser un gato. ¿Te
comportas tú de otro modo? Por favor, me parece que estoy cansado.
Importado de "El Restaurante del Fin del Mundo"
de la vida de la gente, de los mundos, de economía, de guerras, de todo lo que
pasa ahí fuera, en el Universo?
- ¿Ahí fuera? - dijo el hombre -. ¿Ahí fuera, dónde?
- ¡Ahí fuera! - exclamó Zarniwoop, señalando a la puerta.
- ¿Cómo puedes saber si hay algo ahí fuera? - dijo cortésmente el hombre -. La
puerta está cerrada.
La lluvia seguía golpeteando el techo. Dentro de la cabaña hacía calor.
- ¡Pero usted sabe que ahí fuera hay todo un Universo! - gritó Zarniwoop -. ¡No
puede eludir sus responsabilidades diciendo que no existen!
El soberano del Universo reflexionó durante largo rato mientras Zarniwoop
temblaba de ira.
- Estás muy seguro de tus hechos - dijo al fin el habitante de la cabaña -. Yo no
podría confiar en el razonamiento de un hombre que da por sentada la
existencia del Universo.
Zarniwoop siguió temblando, pero guardó silencio.
- Yo sólo tomo decisiones respecto a mi universo - prosiguió el hombre en voz
baja -. Mi universo son mis ojos y mis oídos. Todo lo demás son rumores.
- Pero ¿no cree usted en nada?
El amo del mundo se encogió de hombros y tomó en brazos al gato.
- No entiendo lo que quieres decir - manifestó.
- ¿No comprende que lo que usted decide en esta cabaña suya afecta a la vida
y al destino de millones de seres? ¡Esto es una injusticia monstruosa!
- No sé. Nunca he visto a toda esa gente de que hablas. Y sospecho que tú
tampoco. Sólo tienen existencia en las palabras que oímos. Es absurdo decir
que se sabe lo que le ocurre a otras personas. Sólo ellas lo saben, si es que
existen. Tienen sus propios universos en sus ojos y oídos.
- Creo que voy a salir un poco - dijo Trillian. Salió y empezó a pasear bajo la
lluvia.
- ¿Cree usted que existen otros seres? - insistió Zarniwoop.
- Yo no tengo opinión. ¿Cómo podría saberlo?
- Será mejor que vaya a ver lo que le pasa a Trillian - dijo Zaphod, y salió
rápidamente.
Una vez afuera, dijo a la muchacha:
- Creo que el Universo está en muy buenas manos, ¿eh?
- Estupendas - convino Trillian. Fueron caminando bajo la lluvia.
Dentro, Zarniwoop siguió hablando:
- Pero ¿no comprende que la gente vive o muere por una palabra suya?
(...)
- Eso no tiene nada que ver conmigo - afirmó. - No sé nada de la gente. El
Señor sabe que no soy un hombre cruel.
- ¡Ah! - gritó Zarniwoop -. Ha dicho «El Señor». ¡Cree en algo!
- Es mi gato - dijo el hombre afablemente, cogiendo al animal y acariciándolo -.
Le llamo El Señor. Soy cariñoso con él.
- Muy bien - dijo Zarniwoop, insistiendo en su punto de vista -. ¿Cómo sabe que
existe el gato? ¿Cómo sabe que él sabe que es usted cariñoso, o que le gusta
lo que él entienda por su cariño?
- No lo sé - dijo el hombre sonriendo -. No tengo idea. Sólo que me gusta
comportarme de una manera determinada con lo que parece ser un gato. ¿Te
comportas tú de otro modo? Por favor, me parece que estoy cansado.
Importado de "El Restaurante del Fin del Mundo"
20140926
11100110
¿No podríamos largarnos un rato a una fiesta o algo así, para pensarlo?
-Por lo que me figuro -dijo al voz etérea de Gargrabar-, es posible que yo esté en una. Es decir, mi cuerpo. Va a muchas fiestas sin mí. Dice que lo único que hago es estorbar. Ya ves.
-Qué es todo eso de tu cuerpo? -preguntó Zaphod, deseoso de aplazar lo que fuera a ocurrirle.
-Pues se trata... de que está muy ocupado, ¿sabes? -contestó Gargraar, titubeando.
-¿Quieres decir que tiene una mente propia? -dijo Zaphod.
Hubo un silencio largo y un tanto glacial.
-Tengo que decir -repuso al fin Gargrabar- que esa observación me parece de muy mal gusto.
Zaphod masculló una disculpa confusa y avergonzada.
-No importa -dijo Gargrabar-, no tenías por qué saberlo. La voz revoloteó insatisfecha.
-Lo cierto es -prosiguió en un tono que sugería que intentaba dominarla con todas sus fuerzas-, lo cierto es que en estos momentos pasamos por un período de separación legal. Sospecho que terminará en divorcio.
La voz volvió a apagarse, y Zaphod quedó sin saber qué decir. Emitió un murmullo confuso.
-Creo que no estamos hechos el uno para el otro -continuó al cabo Gargrabar-; nunca hemos sido felices haciendo las mismas cosas. Siempre hemos tenido unas discusiones formidables sobre la pesca y la sexualidad. Al fin tratamos de combinar las dos cosas, pero como puedes imaginarte, no fue más que un desastre. Y ahora mi cuerpo se niega a dejarme entrar. Ni siquiera quiere verme...
Volvió a hacer una pausa dramática. El viento azotaba la llanura.
-Dice que sólo le produzco inhibiciones. Le señalé que yo sólo quería habitarlo, y contestó que eso era exactamente la clase de observación sabihonda que le sale a un cuerpo por la aleta izquierda de la nariz, de modo que lo dejamos.
Importado de "El Restaurante del Fin de Mundo"
-Por lo que me figuro -dijo al voz etérea de Gargrabar-, es posible que yo esté en una. Es decir, mi cuerpo. Va a muchas fiestas sin mí. Dice que lo único que hago es estorbar. Ya ves.
-Qué es todo eso de tu cuerpo? -preguntó Zaphod, deseoso de aplazar lo que fuera a ocurrirle.
-Pues se trata... de que está muy ocupado, ¿sabes? -contestó Gargraar, titubeando.
-¿Quieres decir que tiene una mente propia? -dijo Zaphod.
Hubo un silencio largo y un tanto glacial.
-Tengo que decir -repuso al fin Gargrabar- que esa observación me parece de muy mal gusto.
Zaphod masculló una disculpa confusa y avergonzada.
-No importa -dijo Gargrabar-, no tenías por qué saberlo. La voz revoloteó insatisfecha.
-Lo cierto es -prosiguió en un tono que sugería que intentaba dominarla con todas sus fuerzas-, lo cierto es que en estos momentos pasamos por un período de separación legal. Sospecho que terminará en divorcio.
La voz volvió a apagarse, y Zaphod quedó sin saber qué decir. Emitió un murmullo confuso.
-Creo que no estamos hechos el uno para el otro -continuó al cabo Gargrabar-; nunca hemos sido felices haciendo las mismas cosas. Siempre hemos tenido unas discusiones formidables sobre la pesca y la sexualidad. Al fin tratamos de combinar las dos cosas, pero como puedes imaginarte, no fue más que un desastre. Y ahora mi cuerpo se niega a dejarme entrar. Ni siquiera quiere verme...
Volvió a hacer una pausa dramática. El viento azotaba la llanura.
-Dice que sólo le produzco inhibiciones. Le señalé que yo sólo quería habitarlo, y contestó que eso era exactamente la clase de observación sabihonda que le sale a un cuerpo por la aleta izquierda de la nariz, de modo que lo dejamos.
Importado de "El Restaurante del Fin de Mundo"
20140923
11100101
Acto seguido me obliga a seguirla hasta la tumba de Julieta, que no está lejos, pero tampoco cerca. Me pide que me ponga a un lado, se pone del otro, estrechamos nuestras manos sobre la tumba y juramos amor eterno. <> dice Pilar. <> repito, a lo que agrego: <>. <<¿De dónde sacás que es falsa?>> <la supuesta tumba de Julieta
. En cuanto al famoso amor de la mujer, que no está enterrada acá, y de su Romeo, figurate lo que habrá sido: un amor cualquiera, exagerado por los escritores, y al que la afición del pueblo por los prodigios convirtió en sublime. >> Si hubiera sabido cómo la afectarían mis observaciones, me callo. Declara que nada me gusta como destruir ilusiones (<>), que soy desagradablemente negativo y que tal vez lo que trato de decirle es que no la quiero.
Importado de "Nuestro viaje (Diario de Lucio Herrera)", en "Una muñeca Rusa"
. En cuanto al famoso amor de la mujer, que no está enterrada acá, y de su Romeo, figurate lo que habrá sido: un amor cualquiera, exagerado por los escritores, y al que la afición del pueblo por los prodigios convirtió en sublime. >> Si hubiera sabido cómo la afectarían mis observaciones, me callo. Declara que nada me gusta como destruir ilusiones (<
Importado de "Nuestro viaje (Diario de Lucio Herrera)", en "Una muñeca Rusa"
20140913
11100100
-¿Para qué viene aquí, señorita Basden?
Ella se interrumpió en la mitad de una frase, con la parte superior de su cara todavía alegre, pero dejando caer poco a poco la mandíbula inferior.
-¡Oh, sé que soy culpable! -dijo Andrés-. Yo le he dicho que viniese. Pero, en realidad, no padece usted mal alguno.
-¡Doctor Manson! - tartamudeó sin poder dar crédito a sus propios oídos.
Era enteramente cierto. Andrés comprendió, con cruel discernimiento, que todos los síntomas de la dama eran debidos al dinero. Ella no había trabajado un día en su vida, su cuerpo estaba fofo, rozagante, sobrealimentado. No dormía porque no ejercitaba los músculos. Ni siquiera ejercitaba el cerebro. No tenía que hacer otra cosa que recortar cupones, pensar en sus dividendos, reñir a su criada y meditar en lo que comerían ella y su Lulú de Pomerania. ¡Sólo si saliera de su pieza e hiciera algo efectivo! ¡Si abandonara todas esas píldoras, sedantes, hipnóticos y colagogos y demás porquerías; diera algo de su dinero a los pobres y ayudara a otros y dejara de pensar en sí misma! Pero jamás, jamás haría esto, era inútil pedírselo siquiera. Estaba espiritualmente muerta y también lo estaba él.
-Andrés dijo reposadamente:
-Siento no poder seguir siéndole útil, señorita Basden. Es posible que yo me vaya. Pero no dudo de que usted hallará otros médicos por aquí, que se sentirán muy felices de servirle de alcahuetes.
Importado de "La Ciudadela"
Ella se interrumpió en la mitad de una frase, con la parte superior de su cara todavía alegre, pero dejando caer poco a poco la mandíbula inferior.
-¡Oh, sé que soy culpable! -dijo Andrés-. Yo le he dicho que viniese. Pero, en realidad, no padece usted mal alguno.
-¡Doctor Manson! - tartamudeó sin poder dar crédito a sus propios oídos.
Era enteramente cierto. Andrés comprendió, con cruel discernimiento, que todos los síntomas de la dama eran debidos al dinero. Ella no había trabajado un día en su vida, su cuerpo estaba fofo, rozagante, sobrealimentado. No dormía porque no ejercitaba los músculos. Ni siquiera ejercitaba el cerebro. No tenía que hacer otra cosa que recortar cupones, pensar en sus dividendos, reñir a su criada y meditar en lo que comerían ella y su Lulú de Pomerania. ¡Sólo si saliera de su pieza e hiciera algo efectivo! ¡Si abandonara todas esas píldoras, sedantes, hipnóticos y colagogos y demás porquerías; diera algo de su dinero a los pobres y ayudara a otros y dejara de pensar en sí misma! Pero jamás, jamás haría esto, era inútil pedírselo siquiera. Estaba espiritualmente muerta y también lo estaba él.
-Andrés dijo reposadamente:
-Siento no poder seguir siéndole útil, señorita Basden. Es posible que yo me vaya. Pero no dudo de que usted hallará otros médicos por aquí, que se sentirán muy felices de servirle de alcahuetes.
Importado de "La Ciudadela"
20140718
11100011
Both Mr. and Mrs. Bacon were looking at Adam now, and he knew he had to make some explanation for letting his good land run free. He said, “I guess I’m a lazy man. And my father didn’t help me when he left me enough to get along on without working.” He dropped his eyes but he could feel the relief on the part of the Bacons. It was not laziness if he was a rich man. Only the poor were lazy. Just as only the poor were ignorant. A rich man who didn’t know anything was spoiled or independent.
Importado de "East of Eden"
Importado de "East of Eden"
20140707
11100010
Lee’s hand shook as he filled the delicate cups. He drank his down in one gulp. “Don’t you see?” he cried. “The American Standard translation orders men to triumph over sin, and you can call sin ignorance. The King James translation makes a promise in ‘Thou shalt,’ meaning that men will surely triumph over sin. But the Hebrew word, the word timshel—‘Thou mayest’— that gives a choice. It might be the most important word in the world. That says the way is open. That throws it right back on a man. For if ‘Thou mayest’—it is also true that ‘Thou mayest not.’ Don’t you see?”
Importado de "East of Eden"
Importado de "East of Eden"
20140624
11100001
And she looked forward to Heaven as a place where clothes did not get dirty and where food didnot have to be cooked and dishes washed. Privately there were some things in Heaven of which she did not quite approve. There was too much singing, and she didn't see how even the Elect could survive for very long the celestial laziness which was promised. She would find something to do in Heaven. There must be something to take up one's time-some clouds to darn, some weary wings to rub with liniment. Maybe the collars of the robes needed turning now and then, and when you come right down to it, she couldn't believe that even in Heaven there would not be cobwebs in some corner to be knocked down with a cloth-covered broom.
Importado de "East of Eden"
Importado de "East of Eden"
20140619
11100000
I think perhaps Liza accepted the world as she accepted the Bible, with all of its paradoxes and its reverses. She did not like death but she knew it existed, and when it came it did not surprise her.
Samuel may have thought and played and philosophized about death, but he did not really believe in it. His world did not have death as a member. He, and all around him, was immortal. When real death came it was an outrage, a denial of the immortality he deeply felt, and the one crack in his wall caused the whole structure to crash. I think he had always thought he could argue himself out of death. It was a personal opponent and one he could lick.
Importado de "East of Eden"
Samuel may have thought and played and philosophized about death, but he did not really believe in it. His world did not have death as a member. He, and all around him, was immortal. When real death came it was an outrage, a denial of the immortality he deeply felt, and the one crack in his wall caused the whole structure to crash. I think he had always thought he could argue himself out of death. It was a personal opponent and one he could lick.
Importado de "East of Eden"
20140613
11011111
I believe there are techniques of the human mind whereby, in its dark deep, problems are examined, rejected or accepted. Such activities sometimes concern facets a man does not know he has. How often one goes to sleep troubled and full of pain, not knowing what causes the travail, and in the morning a whole new direction and a clearness is there, maybe the results of the black reasoning. And again there are mornings when ecstasy bubbles in the blood, and the stomach and chest are tight and electric with joy, and nothing in the thoughts to justify it or cause it.
Importado de "East of Eden"
Importado de "East of Eden"
20140610
11011110
"I don't much believe in blood", said Samuel, "I think when a man finds good or bad in his children he is seeing only what he planted in them after they cleared the womb."
"You can't make a race horse of a pig."
"No," said Samuel, "but you can make a very fast pig."
Importado de "East of Eden"
"You can't make a race horse of a pig."
"No," said Samuel, "but you can make a very fast pig."
Importado de "East of Eden"
20140609
11011101
A new country seems to follow a pattern. First come the openers, strong and brave and rather childlike. They can take care of themselves in a wilderness, but they are naive and helpless against men, and perhaps that is why they went out in the first place. When the rough edges are worn off the new land, businessmen and lawyers come in to help with the development---to solve problems of ownership, usually by removing the temptations to themselves. And finally comes culture, which is entertainment, relaxation, transport out of the pain of living. And culture can be on any level, and is.
The Church and the whorehouse arrived in the Far West simultaneously. And each would have been horrified to think it was a different facet of the same thing.
Importado de "East of Eden"
20140608
11011100
Son islas coralígenas. Un levantamiento lento pero continuo, provocado por el trabajo de los pólipos, las unirá algún día entre sí. Luego, esta nueva isla se soldará a su vez a los archipiélagos vecinos, y un quinto continente se extenderá desde la Nueva Zelanda y la Nueva Caledonia hasta las Marquesas.
El día que ante el capitán Nemo desarrollé esta teoría, él me respondió fríamente:
-No son nuevos continentes lo que necesita la Tierra, sino hombres nuevos.
Importado de "20.000 leguas de viaje submarino"
El día que ante el capitán Nemo desarrollé esta teoría, él me respondió fríamente:
-No son nuevos continentes lo que necesita la Tierra, sino hombres nuevos.
Importado de "20.000 leguas de viaje submarino"
20140605
11011011
Maybe we all have in us a secret pond where evil and ugly things germinate and grow strong. But this culture is fenced, and the swimming brood climbs up only to fall back. Might it not be that in the dark pools of some men the evil grows strong enough to wriggle over the fence and swim free? Would not such a man be our monster, and are we not related to him in our hidden water? It would be absurd if we did not understand both angels and devils, since we invented them.
Importado de "East of Eden"
Importado de "East of Eden"
20140604
11011010
Our species is the only creative species, and it has only one creative instrument, the individual mind and spirit of man. Nothing was ever created by two men. There are no good collaborations, whether in music, in art, in poetry, in mathematics, in philosophy. Once the miracle of creation has taken place, the group can build and extend it, but the group never invents anything. The preciousness lies in the lonely mind of a man.
(...)
And this I believe: that the free, exploring mind of the individual human is the most valuable thing in the world. And this I would fight for: the freedom of the mind to take any direction it wishes, undirected. And this I must fight against: any idea, religion, or government which limits or destroys the individual. This is what I am and what I am about. I can understand why a system built on a pattern must try to destroy the free mind, for that is one thing which can by inspection estroy such a system.
Importado de "East of Eden"
(...)
And this I believe: that the free, exploring mind of the individual human is the most valuable thing in the world. And this I would fight for: the freedom of the mind to take any direction it wishes, undirected. And this I must fight against: any idea, religion, or government which limits or destroys the individual. This is what I am and what I am about. I can understand why a system built on a pattern must try to destroy the free mind, for that is one thing which can by inspection estroy such a system.
Importado de "East of Eden"
20140602
11011001
Mrs. Edwards was persistenly if not profoundly religious. She spent a great part of her time with the mechanics of her church, which did not leave her time for either its background or its efects.
Importado de "East of Eden"
Importado de "East of Eden"
20140530
11011000
Time interval is a strange and contradictory matter in the mind. It would be reasonable to suppose that a routine time or an eventless time would seem interminable. It should be so, but it is not. It is the dull eventless times that have no duration whatever. A time splashed with interest, wounded with tragedy, crevassed with joy - that's the time that seems long in the memory. And this is right when you think about it. Eventlessness has no posts to drape duration on. From nothing to nothing is no time at all.
Importado de "East of Eden"
Importado de "East of Eden"
20140529
11010111
Liza hated alcoholic liquors with an iron zeal. Drinking alcohol in any form she regarded as a crime against a seproperly outraged deity. Not only would she not touch it herself, but she resisted its enjoyment by anyone else. The result naturally was that her husband Samuel and all her children had a good lusty love for a drink.
Importado de "East of Eden"
Importado de "East of Eden"
20140528
11010110
And it never failed that during the dry years the people forgot about the rich years, and during the wet years they lost all memory of the dry years. It was always that way.
Importado de "East of Eden"
Importado de "East of Eden"
20140516
11010101
-Está haciéndose tarde -dijo el fotógrafo, sudando.
La modelo caminaba junto a él, del otro lado.
-Somos pobres-dijo Ricardo-. Nuestras puertas pierden la pintura, nuestras paredes están agrietadas, nuestras cañerías de desagüe dan a la calle, las calles son de guijarros. Pero siento una furia terrible cuando veo que usted se acerca a estas cosas como si yo las hubiese planeado así, como si hace años yo le hubiese dicho a la pared que se agrietase. ¿Cree que yo sabía que venía usted y descascaré la pintura? ¿O que yo sabía que venía usted y le puse a mi chico las ropas mas sucias? ¡No somos un estudio! Somos gente, y merecemos que se nos trate como gente.
Importado de "Sol y Sombra", en "Las Doradas Manzanas del Sol"
La modelo caminaba junto a él, del otro lado.
-Somos pobres-dijo Ricardo-. Nuestras puertas pierden la pintura, nuestras paredes están agrietadas, nuestras cañerías de desagüe dan a la calle, las calles son de guijarros. Pero siento una furia terrible cuando veo que usted se acerca a estas cosas como si yo las hubiese planeado así, como si hace años yo le hubiese dicho a la pared que se agrietase. ¿Cree que yo sabía que venía usted y descascaré la pintura? ¿O que yo sabía que venía usted y le puse a mi chico las ropas mas sucias? ¡No somos un estudio! Somos gente, y merecemos que se nos trate como gente.
Importado de "Sol y Sombra", en "Las Doradas Manzanas del Sol"
20140511
11010100
Así veo a los niños, crueles como pueden ser lo a veces, perversos como pueden serlo, pero sin mostrar aún perversidad alrededor de los ojos, o en los ojos, no fatigados aún.¡Muestran tanta ansia por todas las cosas! Esto es lo que más les falta a los mayores, me parece; han perdido la frescura, la avidez. Se les ha ido la fuerza y la vida. Me gusta ver cómo salen los niños de la escuela. Es como si alguien arrojara a la calle un ramo de flores.
Importado de "Hola y Adiós", en "Las Doradas Manzanas del Sol"
Importado de "Hola y Adiós", en "Las Doradas Manzanas del Sol"
20140213
11010011
La primera cifra no absoluta es el número de personas para quienes se reserva mesa. Ello varía a lo largo de las tres primeras llamadas telefónicas al restaurante, y luego no guarda relación clara con la cantidad de personas que terminan presentándose, ni con las que a continuación se unen a ellas tras el espectáculo/partido/fiesta/sesión musical, ni con los que se van al ver quién más ha venido.
El segundo número no absoluto es el de la hora de llegada prevista, a quien actualmente se conoce como uno de los conceptos matemáticos más extraños, un recipriversexclúson, cifra cuya existencia sólo puede definirse como distinta a la suya propia. En otras palabras, la hora prevista de llegada es el preciso momento en que es imposible que llegue cualquier miembro del grupo. (...).
El tercero de los no absolutos, y el más misterioso de todos, reside en la relación entre el número de artículos de la cuenta, el precio de cada uno, el número de personas a la mesa y lo que éstas están dispuestas a pagar (en este campo, el número de personas que han traído dinero es únicamente un subfenómeno).
Las desconcertantes discrepancias que solían producirse en este aspecto no se han investigado durante siglos sólo porque nadie las ha tomado en serio. En el momento se achacaban a cosas tales como cortesía, grosería, cicatería, ostentación, cansancio, emotividad o lo avanzado de la hora, olvidándose por entero a la mañana siguiente. Jamáas se han examinado en condiciones de laboratorio, desde luego, porque nunca ocurren el laboratorios, al menos en laboratorios respetables.
Importado de "La vida, el universo y todo lo demás"
El segundo número no absoluto es el de la hora de llegada prevista, a quien actualmente se conoce como uno de los conceptos matemáticos más extraños, un recipriversexclúson, cifra cuya existencia sólo puede definirse como distinta a la suya propia. En otras palabras, la hora prevista de llegada es el preciso momento en que es imposible que llegue cualquier miembro del grupo. (...).
El tercero de los no absolutos, y el más misterioso de todos, reside en la relación entre el número de artículos de la cuenta, el precio de cada uno, el número de personas a la mesa y lo que éstas están dispuestas a pagar (en este campo, el número de personas que han traído dinero es únicamente un subfenómeno).
Las desconcertantes discrepancias que solían producirse en este aspecto no se han investigado durante siglos sólo porque nadie las ha tomado en serio. En el momento se achacaban a cosas tales como cortesía, grosería, cicatería, ostentación, cansancio, emotividad o lo avanzado de la hora, olvidándose por entero a la mañana siguiente. Jamáas se han examinado en condiciones de laboratorio, desde luego, porque nunca ocurren el laboratorios, al menos en laboratorios respetables.
Importado de "La vida, el universo y todo lo demás"
20140212
11010010
Uno de los problemas fundamentales en los viajes a través del tiempo no consiste en que uno se convierta por accidente en su padre o en su madre. En el hecho de convertirse en su propio padre o en su madre no existen problemas que una familia bien ajustada y de mentalidad abierta no pueda solucionar. Tampoco hay problema alguno en cuanto a modificar el curso de la historia; el devenir de la historia no cambia porque toda ella encaja como un rompecabezas. Todos los cambios importantes se producen antes de las cosas que supuestamente debían cambiar, y al final todo se arregla.
Sencillamente, el problema fundamental es de gramática, y para este tema la principal obra de consulta es la del doctor Dan Callejero, Manual del viajero del tiempo, con 1001 formaciones verbales. Este libro enseña, por ejemplo, a describir algo que está a punto de ocurrirle a uno en el pasado antes de que se salte dos días con el fin de evitarlo. El suceso se describirá de manera diferente según con quién esté hablando uno desde el punto de vista del tiempo natural, desde un momento en el futuro lejano o en el pasado remoto, y se hace más complejo por la posibilidad de mantener conversaciones mientras que en realidad uno se dedica a viajar de un tiempo a otro con intención de convertirse en su propia madre o en su propio padre.
Antes de dejarlo, la mayoría de los lectores llegan hasta el Futuro Semicondicionalmente Modificado del Subjuntivo Intencional Subinvertido Pasado Plagal; y en realidad, en ediciones posteriores del libro, todas las páginas que siguen a ese punto se han dejado en blanco para ahorrar costes de impresión.
La Guía del autoestopista galáctico pasa por alto ese laberinto de abstracción académica, observando únicamente de pasada que el término "Futuro Perfecto" se abandonó desde que se descubrió que no lo era.
Importado de "El Restaurante del Fin del Mundo"
Sencillamente, el problema fundamental es de gramática, y para este tema la principal obra de consulta es la del doctor Dan Callejero, Manual del viajero del tiempo, con 1001 formaciones verbales. Este libro enseña, por ejemplo, a describir algo que está a punto de ocurrirle a uno en el pasado antes de que se salte dos días con el fin de evitarlo. El suceso se describirá de manera diferente según con quién esté hablando uno desde el punto de vista del tiempo natural, desde un momento en el futuro lejano o en el pasado remoto, y se hace más complejo por la posibilidad de mantener conversaciones mientras que en realidad uno se dedica a viajar de un tiempo a otro con intención de convertirse en su propia madre o en su propio padre.
Antes de dejarlo, la mayoría de los lectores llegan hasta el Futuro Semicondicionalmente Modificado del Subjuntivo Intencional Subinvertido Pasado Plagal; y en realidad, en ediciones posteriores del libro, todas las páginas que siguen a ese punto se han dejado en blanco para ahorrar costes de impresión.
La Guía del autoestopista galáctico pasa por alto ese laberinto de abstracción académica, observando únicamente de pasada que el término "Futuro Perfecto" se abandonó desde que se descubrió que no lo era.
Importado de "El Restaurante del Fin del Mundo"
20140211
11010001
El problema más importante, o uno de los problemas más importantes, porque hay varios; es decir, uno de los muchos problemas más importantes de la clase dirigente consiste en encontrar a la persona que realice tareas de gobierno; o mejor dicho, a quién va a encargarse de encontrar gente que se encargue de realizarlas para ellos.
Resumamos: es un hecho bien conocido que las personas que más deseos tienen de gobernar a la gente son, ipso facto, las menos adecuadas para ello. Abreviemos el resumen: a cualquiera que sea capaz de nombrarse Presidente a sí mismo, no debería permitírsele en modo alguno realizar dicha tarea. Abreviemos el resumen del resumen: la gente es un problema.
Importado de "El Restaurante del Fin del Mundo"
Resumamos: es un hecho bien conocido que las personas que más deseos tienen de gobernar a la gente son, ipso facto, las menos adecuadas para ello. Abreviemos el resumen: a cualquiera que sea capaz de nombrarse Presidente a sí mismo, no debería permitírsele en modo alguno realizar dicha tarea. Abreviemos el resumen del resumen: la gente es un problema.
Importado de "El Restaurante del Fin del Mundo"
20140210
11010000
El Universo: algunas informaciones para ayudarle a vivir en él.
1 Zona: Infinito.
La Guía del autoestopista galáctico da la siguiente definición de la palabra «infinito».
Infinito: Mayor que la cosa más grande que haya existido nunca, y más. Mucho mayor que eso, en realidad; verdadera y asombrosamente enorme, de un tamaño absolutamente pasmoso, algo para decir: «vaya, qué cosa tan inmensa». El infinito es simplemente tan grande, que en comparación la grandeza misma resulta una nadería. Lo que tratamos de exponer es una especie de concepto que resultaría de lo gigantesco multiplicado por lo colosal multiplicado por lo asombrosamente enorme.
2 Importaciones: Ninguna
Es imposible importar cosas a una zona infinita, al no haber un exterior del que importarlas.
3 Exportaciones: Ninguna.
Véase Importaciones
4 Población: Ninguna.
Es sabido que existe un número infinito de mundos, sencillamente porque hay una cantidad infinita de espacio para que todos se asienten en él. Sin embargo, no todos están habitados. Por tanto, debe haber un número finito de mundos habitados. Un número finito dividido por infinito se aproxima lo suficiente a la nada para que no haya diferencia, de manera que puede afirmarse que la población media de todos los planetas del Universo es cero. De ello se desprende que la población media de todo el Universo también es cero, y que todas las personas con que uno pueda encontrarse de vez en cuando no son más que el producto de una imaginación trastornada.
5 Unidades monetarias: Ninguna.
En realidad, en la Galaxia hay tres monedas de libre cambio, pero ninguna cuenta. El dólar altairiano se ha desmoronado hace poco, la bolita pobble llainiana sólo se puede cambiar por otras bolitas pobbles llainianas, y el pu trigánico tiene sus propios problemas muy particulares. Su tasa de cambio, ocho ningis por un pu, es bastante simple, pero como un ningi es una moneda triangular de goma, de diez mil cuatrocientos kilómetros por cada lado, nunca ha tenido nadie suficiente para poseer un pu. El ningi no es una moneda negociable porque los galactibancos se niegan a tratar con un cambio insignificante. A partir de esta premisa fundamental es muy sencillo demostrar que los galactibancos también son producto de una imaginación trastornada.
6 Arte: Ninguno
La función del arte es servir de espejo a la naturaleza, y no existe un espejo lo suficientemente grande: véase el punto uno.
7 Sexualidad: Ninguna.
Bueno, en realidad hay muchísima, sobre todo debido a la total ausencia de dinero, de comercio, de bancos, de arte y de cualquier otra cosa que mantenga ocupada a toda la población inexistente del Universo.
Sin embargo, no vale la pena emprender ahora una larga discusión sobre ello, porque es algo verdaderamente muy complicado. Para más información véanse los capítulos siete, nueve, diez, once, catorce, dieciséis, diecisiete, diecinueve, veintiuno a ochenta y cuatro inclusive, y la mayor parte del resto de
la Guía.
Importado de "El Restaurante del Fin del Mundo"
1 Zona: Infinito.
La Guía del autoestopista galáctico da la siguiente definición de la palabra «infinito».
Infinito: Mayor que la cosa más grande que haya existido nunca, y más. Mucho mayor que eso, en realidad; verdadera y asombrosamente enorme, de un tamaño absolutamente pasmoso, algo para decir: «vaya, qué cosa tan inmensa». El infinito es simplemente tan grande, que en comparación la grandeza misma resulta una nadería. Lo que tratamos de exponer es una especie de concepto que resultaría de lo gigantesco multiplicado por lo colosal multiplicado por lo asombrosamente enorme.
2 Importaciones: Ninguna
Es imposible importar cosas a una zona infinita, al no haber un exterior del que importarlas.
3 Exportaciones: Ninguna.
Véase Importaciones
4 Población: Ninguna.
Es sabido que existe un número infinito de mundos, sencillamente porque hay una cantidad infinita de espacio para que todos se asienten en él. Sin embargo, no todos están habitados. Por tanto, debe haber un número finito de mundos habitados. Un número finito dividido por infinito se aproxima lo suficiente a la nada para que no haya diferencia, de manera que puede afirmarse que la población media de todos los planetas del Universo es cero. De ello se desprende que la población media de todo el Universo también es cero, y que todas las personas con que uno pueda encontrarse de vez en cuando no son más que el producto de una imaginación trastornada.
5 Unidades monetarias: Ninguna.
En realidad, en la Galaxia hay tres monedas de libre cambio, pero ninguna cuenta. El dólar altairiano se ha desmoronado hace poco, la bolita pobble llainiana sólo se puede cambiar por otras bolitas pobbles llainianas, y el pu trigánico tiene sus propios problemas muy particulares. Su tasa de cambio, ocho ningis por un pu, es bastante simple, pero como un ningi es una moneda triangular de goma, de diez mil cuatrocientos kilómetros por cada lado, nunca ha tenido nadie suficiente para poseer un pu. El ningi no es una moneda negociable porque los galactibancos se niegan a tratar con un cambio insignificante. A partir de esta premisa fundamental es muy sencillo demostrar que los galactibancos también son producto de una imaginación trastornada.
6 Arte: Ninguno
La función del arte es servir de espejo a la naturaleza, y no existe un espejo lo suficientemente grande: véase el punto uno.
7 Sexualidad: Ninguna.
Bueno, en realidad hay muchísima, sobre todo debido a la total ausencia de dinero, de comercio, de bancos, de arte y de cualquier otra cosa que mantenga ocupada a toda la población inexistente del Universo.
Sin embargo, no vale la pena emprender ahora una larga discusión sobre ello, porque es algo verdaderamente muy complicado. Para más información véanse los capítulos siete, nueve, diez, once, catorce, dieciséis, diecisiete, diecinueve, veintiuno a ochenta y cuatro inclusive, y la mayor parte del resto de
la Guía.
Importado de "El Restaurante del Fin del Mundo"
11001111
El inventor del Vórtice de la perspectiva total ideó la máquina con la intención fundamental de molestar a su mujer.
Trin Trágula, que así se llamaba, era un soñador, un pensador, un filósofo especulativo o, tal como lo definía su mujer, un idiota.
Importado de "El Restaurante del Fin del Mundo"
Trin Trágula, que así se llamaba, era un soñador, un pensador, un filósofo especulativo o, tal como lo definía su mujer, un idiota.
Importado de "El Restaurante del Fin del Mundo"
20140208
11001110
-Te contaré una historia. ¿Te gustaría oírla?
-Pues...
-Hace muchos años, éste era un planeta próspero y feliz; era un mundo normal en el que había gente, ciudades y tiendas. Pero en las calles elegantes de las ciudades había más zapaterías de las estrictamente necesarias. Y poco a poco, de manera insidiosa, fue aumentando el número de tales comercios. Es un fenómeno económico bien conocido pero trágico de ver en la práctica, porque cuantas más zapaterías había, más zapatos tenían que fabricar y más incómodos de llevar resultaban. Y cuanto más se gastaban, más calzado compraba la gente y más tiendas proliferaban, hasta que toda la economía del planeta traspasó lo que, según creo, se denominaba Horizonte de la Competencia de Zapatos, y ya no fue económicamente posible fabricar algo que no fuesen zapatos. Consecuencia: fracaso, ruina y muerte. Murió la mayor parte de la población. Los pocos que tenían el tipo adecuado de inestabilidad genética se transformaron en pájaros, de los que ya has visto algunos, que maldijeron sus pies, renegaron del suelo y juraron no volver a pisarlo. Pobrecillos.
Importado de "El Restaurante del Fin del Mundo"
-Pues...
-Hace muchos años, éste era un planeta próspero y feliz; era un mundo normal en el que había gente, ciudades y tiendas. Pero en las calles elegantes de las ciudades había más zapaterías de las estrictamente necesarias. Y poco a poco, de manera insidiosa, fue aumentando el número de tales comercios. Es un fenómeno económico bien conocido pero trágico de ver en la práctica, porque cuantas más zapaterías había, más zapatos tenían que fabricar y más incómodos de llevar resultaban. Y cuanto más se gastaban, más calzado compraba la gente y más tiendas proliferaban, hasta que toda la economía del planeta traspasó lo que, según creo, se denominaba Horizonte de la Competencia de Zapatos, y ya no fue económicamente posible fabricar algo que no fuesen zapatos. Consecuencia: fracaso, ruina y muerte. Murió la mayor parte de la población. Los pocos que tenían el tipo adecuado de inestabilidad genética se transformaron en pájaros, de los que ya has visto algunos, que maldijeron sus pies, renegaron del suelo y juraron no volver a pisarlo. Pobrecillos.
Importado de "El Restaurante del Fin del Mundo"
20140207
11001101
El Universo, como ya hemos observado antes, es un lugar inabarcablemente grande, hecho que la mayoría de la gente tiende a ignorar en beneficio de una vida tranquila.
Mucha gente se mudaría contenta a otro sitio bastante más pequeño de su propia invención, cosa que realmente hace la mayoría de los individuos.
Por ejemplo, en un rincón del extremo oriental de la Galaxia está el planeta Oglarún, un enorme bosque cuya población "inteligente" vive siempre en un nogal bastante pequeño y lleno hasta los topes. En ese árbol nacen, viven, se enamoran, tallan en la corteza diminutos artículos especulativos sobre el sentido de la vida, la inutilidad de la muerta y la importancia del control de natalidad, libran unas cuantas guerras sumamente insignificantes y al fin mueren atados a la parte oculta de las ramas exteriores menos accesibles.
En realidad, los únicos oglarunianos que salen del árbol son aquellos expulsados por el nefando delito de preguntarse si existe otro árbol que contenga algo más que las ilusiones producidas por comer demasiadas oglanueces.
Importado de "El Restaurante del Fin del Mundo"
Mucha gente se mudaría contenta a otro sitio bastante más pequeño de su propia invención, cosa que realmente hace la mayoría de los individuos.
Por ejemplo, en un rincón del extremo oriental de la Galaxia está el planeta Oglarún, un enorme bosque cuya población "inteligente" vive siempre en un nogal bastante pequeño y lleno hasta los topes. En ese árbol nacen, viven, se enamoran, tallan en la corteza diminutos artículos especulativos sobre el sentido de la vida, la inutilidad de la muerta y la importancia del control de natalidad, libran unas cuantas guerras sumamente insignificantes y al fin mueren atados a la parte oculta de las ramas exteriores menos accesibles.
En realidad, los únicos oglarunianos que salen del árbol son aquellos expulsados por el nefando delito de preguntarse si existe otro árbol que contenga algo más que las ilusiones producidas por comer demasiadas oglanueces.
Importado de "El Restaurante del Fin del Mundo"
20140203
11001100
We are as likely to hurt the universe as we are to help it, and we're not likely to do either.
Importado de "The Fault in our Stars"
Importado de "The Fault in our Stars"
20140127
11001011
We are like a bunch of dogs squirting on fire hydrants. We poison the groundwater with our toxic piss, marking everything MINE in a ridiculous attempt to survive our deaths. I can't stop pissing in fire hydrants. I know it's silly and useless-epically useless in my current state-but I am an animal like any other.
Importado de "The Fault in our Stars"
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